Lo anterior nos hace pensar que el movimiento está asociado al cambio de ciertas cosas que nosotros podemos percibir. En general, está asociado al cambio de "algo" respecto del transcurso del tiempo. Tales cosas, como ya se mencionó, pueden ser el sonido del motor o el tamaño aparente del auto.
Cuando el auto del ejemplo se mueve en la carretera, en el espacio, significa que la distancia entre el vehículo y nosotros varía, al igual que el ruido y el tamaño aparente, entre otras cosas. Más específicamente, decimos que el auto se mueve pues la posición de este respecto de algún lugar en la carretera -por ejemplo, el sitio donde estamos parados- varía conforme al paso del tiempo. Ahora bien, si estuviéramos dentro del auto, ¿sabríamos que este se mueve? ¿La variación de qué cosas me informaría de que el auto se mueve y que, por ende, yo me muevo junto con él en la carretera?
Una pregunta que podemos hacernos en este punto es: ¿qué produce un movimiento?
La idea de que para mover un carrito que está sobre una mesa tenemos que empujarlo, nos lleva a la conclusión de que para producir el movimiento de algún objeto debemos interactuar con este mediando un contacto físico. Pero, ¿qué hay de cierto en esto? ¿Siempre es necesario un contacto físico, un empujón, para producir movimiento?
Para producir movimiento es necesaria una interacción. Sin embargo, en algunos casos a pesar de no verse esa interacción, ella exite, sólo que es una interacción interna entre los elementos del sistema.